El tribunal argentino ha considerado probado "que las obras fueron reproducidas indebidamente al colgarlas en una página web, sin los permisos pertinentes, por los usuarios, y a la cual Taringa redireccionaba la búsqueda de terceros no identificados" con la colaboración de los administradores, que colaboraron en la creación de una "biblioteca de enlaces" que si bien remitían "a otro espacio de Internet, lo cierto es que no era posible si no se hacía a través de Taringa".
De nada parece haber servido la lógica defensa del acusado. Ésta se basaba en que "las obras no están almacenadas en la página" sino en un servidor de descarga directa como es Rapidshare, que "está localizado fuera del territorio nacional, por lo que no puede aplicarse al caso la ley penal de Argentina". Sin embargo, el tribunal considera que aunque esto es cierto, "los servidores de Taringa desde donde se ofrecían los enlaces y cuyos titulares son los imputados sí están domiciliados en Argentina".
Taringa se defiende:
"La justica nos procesa a nosotros y, sin embargo, en Argentina y para nuestra justicia es totalmente legal vender armas, aún cuando esas armas puedan utilizarse para matar personas… ¿cuál es la lógica que aplican en este caso?", reflexionaban. No obstante, de poco parece que servirán estas reflexiones, puesto que Nakayama verá embargado todos sus bienes y junto con los otros dos acusados, los hermanos Botbol, se enfrentan a penas de prisión de hasta 6 años.
Más alla de que me caiga bien Taringa o no, de cumplirse las amenazas y cerrarse el portal sera un crudo antecedente no solo para los programadores argentinos y sus clones de Taringa, sino de toda latinoamerica y cierro mi opinion parafraseando una conocida frase:
Se parte de Code Army!
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