A.R.B., una joven de Sucre, dice haber sido conducida por la ‘secta’ a fines de diciembre de 2013 y violada por varios hombres hasta principios de enero.
Llueve y la calle Palermo es un río de Santa Cruz. Casi en la esquina de la Florida, la casa Nº 136 se yergue, vistosa, con una barda alta, color amarillo, y con una cerca electrificada. Parece una fortaleza. Jóvenes en edad de universidad van y vienen, entran y salen. Es el recinto de la Asociación del Espíritu Santo para la Unificación del Cristianismo Mundial, el culto de Moon, donde A.R.B., una joven de Sucre, dice haber sido conducida por la ‘secta’ a fines de diciembre de 2013 y violada por varios hombres hasta principios de enero.
Luis Abad Ugarte, un potosino de 28 años, director de la iglesia cruceña que sigue las enseñanzas del fallecido surcoreano Sun-Myung Moon, confirma que entre el 28 de diciembre y el 7 de enero acogieron a la joven que les ha iniciado un proceso penal por violación y trata y tráfico de personas, pero niega las acusaciones.
“Ella estuvo aquí y hasta el 4 de enero, todo bien. Al día siguiente, durante la conferencia, se puso rígida, dura, no se movía”, relató Ugarte.
La joven declaró a la fiscal de Sucre, Irene Ramírez, que una tal Neyda T. la invitó a ese culto en 2012, que vino a Santa Cruz para el
‘congreso del principio divino’, donde asegura haber sufrido vejámenes sexuales de parte de más de 20 hombres y donde dice haber visto al líder de los ‘moonies’ en Sucre, A.R.A (ahora cautelado con medidas sustitutivas), y al jefe de ese credo en Bolivia, el japonés Siichiro S.
Ugarte, en cambio, dice que la joven se entumeció tres veces y que fue asistida por una neuróloga que le diagnosticó esquizofrenia; el 7 de enero fue llevada a consulta siquiátrica, día en el que llegaron sus padres a Santa Cruz. Al día siguiente volvieron a Sucre.
EL DEBER, Santa Cruz