El opositor Ernesto Suárez fue suspendido por la Asamblea Legislativa del departamento de Beni, en el noreste de Bolivia, acusado por un fiscal de manejos económicos irregulares.

La Asamblea Legislativa del departamento boliviano de Beni (noreste) suspendió hoy al gobernador Ernesto Suárez, acusado por un fiscal de manejos económicos irregulares, aunque el suspendido jerarca denunció un "golpe de estado cochino" del gobierno de Evo Morales.

"Este es un golpe de estado cochino y asqueroso. Esto ha sido una jugada del oficialismo para manejar una gobernación que no la ganaron en elecciones", dijo en conferencia de prensa Suárez, quien junto a su colega de Santa Cruz, Rubén Costas, ha sido uno de los principales opositores al presidente izquierdista Evo Morales.

Suárez dijo que el bloque de asambleístas del partido oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS) y una facción de un grupo de derecha minoritario "votaron de manera ilegal" la demanda plantada por un fiscal que lo acusa de manejos económicos irregulares en la gestión de Beni.

La votación tuvo lugar en Trinidad, capital de Beni, 600 km al noreste de La Paz, donde se produjeron incidentes cuando la policía recurrió a bombardas lacrimógenas para dispersar a seguidores de Suárez, que pretendían ingresar en el recinto de la Asamblea Legislativa, aunque no se reportaron daños personales, según imágenes de la televisión.

El asambleísta Haisen Rivera, de la pequeña facción de derecha que se unió al oficialismo para votar la suspensión de Suárez, fue posesionado como gobernador interino. La medida de la Asamblea se enmarca en una ley impulsada por el presidente Morales para suspender a autoridades electas con la simple acusación de un fiscal, aún sin existir sentencia de un juez.

El oficialismo ya utilizó esta vía para suspender en diferentes fechas a varios opositores: al gobernador opositor de Tarija, Mario Cossío (refugiado en Paraguay) y a los alcaldes de Potosí (suroeste) y Sucre (sureste).